El mercado de criptomonedas de Irán se ha visto afectado en el contexto del conflicto entre Irán y EE. UU., las regulaciones más estrictas y el toque de queda en las transacciones han generado controversia.
El conflicto entre Israel y Palestina afecta al ámbito de la encriptación, y el mercado de activos digitales bajo un régimen teocrático se ve ensombrecido.
La disputa entre Irán e Israel se ha extendido al ámbito de la encriptación.
El 18 de junio de 2025, una de las plataformas de intercambio de encriptación más grandes de Irán sufrió un ciberataque que sorprendió a la industria. Un grupo de hackers que se hace llamar "Cazador de Gorriones" vulneró el sistema de la plataforma, robando casi 90 millones de dólares en activos. El grupo afirma que este intercambio ayuda al gobierno iraní a eludir sanciones internacionales y financiar actividades ilegales, y que los fondos robados se transfirieron a cuentas con información antiiraní.
Los hackers también publicaron advertencias en las redes sociales diciendo: "Estos ataques cibernéticos se deben a que el intercambio se ha convertido en una herramienta importante para que el régimen iraní financie actividades ilegales y viole sanciones. Colaborar con la infraestructura que financia actividades ilegales y viola sanciones del régimen iraní puede poner en riesgo tus activos."
Este escalofriante incidente de ataque hacker no solo expuso el enorme mercado de encriptación de Irán, sino que también hizo que la gente se diera cuenta de que este es el único país en el mundo que hasta ahora ha implementado completamente un régimen teocrático islámico, y que también está profundamente entrelazado con la industria de activo digital.
Motivo: Canales de financiamiento bajo sanciones
El mercado de encriptación de Irán ha estado en desarrollo durante años, y su interés por la encriptación proviene principalmente de las presiones económicas y geopolíticas. Debido a las severas sanciones impuestas a Irán por varios países, los canales financieros convencionales en Irán están limitados, lo que obstaculiza el comercio internacional y la transferencia de fondos. En esta situación, la encriptación se considera un medio alternativo.
El análisis indica que la situación económica del país también es una de las razones importantes que impulsan el desarrollo del mercado de encriptación. Irán ha enfrentado durante mucho tiempo una alta inflación y presiones de depreciación de su moneda, el rial, que continúa debilitándose. La bolsa de valores de Irán es muy volátil, lo que obliga a muchos ahorradores a invertir sus fondos en encriptación para cubrir riesgos. Para el ciudadano iraní promedio, la encriptación se considera una herramienta de preservación de valor y diversificación de activos, especialmente en tiempos de agitación económica.
Según el informe de análisis de una empresa de seguridad en blockchain, el total de criptomonedas que fluyó hacia los principales intercambios de Irán en 2022 se acerca a los 3,000 millones de dólares, siendo la plataforma atacada por hackers la mayor del país, con una participación de mercado de aproximadamente el 87%. Otras plataformas principales incluyen varios intercambios locales. Estos intercambios locales deben operar bajo la autorización de los organismos reguladores y cumplir con regulaciones como la de prevención de lavado de dinero (AML) y la identificación de clientes (KYC).
Además, se ha informado que la mayor parte de las transacciones encriptadas dentro de Irán se conectan con el mercado internacional a través de esta gran plataforma de intercambio o plataformas similares. Según los datos de una institución de investigación de blockchain, entre 2018 y finales de 2022, un conocido intercambio internacional manejó transacciones iraníes por un valor de 8 mil millones de dólares, de los cuales esta gran plataforma manejó transacciones por un valor de 7.8 mil millones de dólares. Además, esta plataforma alentó a los clientes a utilizar tokens específicos para realizar transacciones anónimas en un artículo de blog publicado en 2021, evitando "poner en riesgo la seguridad de los activos debido a las sanciones".
Además de los activos encriptados, el gobierno de Irán también ha estado haciendo esfuerzos en el desarrollo de la tecnología blockchain en los últimos años. Los más representativos son dos proyectos de blockchain respaldados oficialmente: Kuknos y Borna. La red Kuknos fue lanzada en 2019 por una empresa de tecnología conjunta de cuatro grandes bancos de Irán, y su token nativo se utiliza para liquidaciones internas en el sistema bancario. Al mismo tiempo, el Banco Central de Irán colaboró con una empresa de blockchain para desarrollar la plataforma Borna, que se basa en tecnologías como Hyperledger Fabric, para proporcionar un marco de aplicación respaldado por blockchain para las instituciones financieras. Esto indica que las autoridades iraníes también esperan utilizar la tecnología blockchain para mejorar la eficiencia y la transparencia del sistema financiero.
Además, se dice que Irán y Rusia están planeando lanzar una moneda estable respaldada por oro para la liquidación comercial entre ambos países y para evadir sanciones financieras. También hay informes que indican que el banco central de Irán está investigando el lanzamiento de su propia moneda digital del banco central "encriptación rial" y que había planeado conectarla con el sistema de liquidación de países como los Emiratos Árabes Unidos.
Gracias a los abundantes recursos energéticos de Irán, el país reconoció en 2018 la minería de criptomonedas como una industria legal. En 2021, Irán representaba aproximadamente el 4.5% de la potencia de cálculo de Bitcoin a nivel mundial, produciendo cerca de 1,000 millones de dólares en Bitcoin al año, utilizados para el comercio de importación y para aliviar el impacto de las sanciones. Las autoridades iraníes también ven con buenos ojos esta situación y aplican políticas de tarifas eléctricas preferenciales para las minas de criptomonedas.
Sin embargo, debido a la carga sobre la red eléctrica provocada por los altos subsidios energéticos y los requisitos regulatorios que obligan a los mineros a entregar los bitcoins extraídos al banco central, muchas minas han optado por operar en la clandestinidad o evadir regulaciones. Algunas instituciones estiman que para 2024, la participación de Irán en la potencia de cálculo de bitcoin a nivel mundial habrá disminuido a aproximadamente un 3.1%.
Política: De la apertura al endurecimiento, ejecución del toque de queda en las transacciones de encriptación
El gobierno de Irán ha tenido una actitud cambiante hacia la encriptación, mostrando una trayectoria de regulación que va desde una apertura inicial hasta un endurecimiento gradual.
Desde 2018, Irán ha reconocido oficialmente la minería de criptomonedas como una industria legal, con el fin de regular la operación de minas que ya eran prevalentes. El gobierno ha implementado medidas que exigen a los mineros con licencia utilizar equipos eficientes y solo se les permite vender las criptomonedas minadas a un precio determinado al banco central, además de pagar la electricidad según el precio de exportación. Los bajos precios de la electricidad han atraído a mineros extranjeros, incluidos los de China, a invertir en minería en Irán.
En 2020, el "pool de minería de la calle", que brevemente se posicionó entre los cinco primeros en poder de cálculo a nivel mundial, es un representante de los mineros chinos que fueron a Irán a buscar oro. Medios de comunicación entrevistaron en exclusiva a uno de los socios de este pool, quienes, haciendo transporte marítimo a Irán, recuperaron más de diez mil máquinas de minería a precio de chatarra de mineros que nunca habían establecido canales en Irán, y, basándose en sus relaciones locales, establecieron el mayor campo de minería regulado en Irán.
Sin embargo, este modelo de "intercambio de energía por criptomonedas" pronto exacerbó la tensión eléctrica. En mayo de 2021, tras experimentar un raro apagón veraniego, el presidente Hassan Rouhani anunció una prohibición temporal de cuatro meses sobre todas las actividades de minería de criptomonedas, hasta finales de septiembre de ese año, para aliviar la carga de la red eléctrica. Según datos oficiales, los campos mineros legales consumen alrededor de 300 millones de kilovatios hora, mientras que los campos mineros ilegales no autorizados consumen hasta 2 mil millones de kilovatios hora, afectando gravemente el suministro eléctrico para las necesidades de la población. Desde entonces, cada verano, durante los picos de consumo eléctrico, el gobierno ha cerrado temporalmente algunos campos mineros para garantizar el suministro eléctrico a los hogares.
En cuanto a la regulación de transacciones, el Banco Central de Irán prohibió a las personas utilizar criptomonedas extranjeras extraídas para transacciones dentro del país ya en 2020, reforzando el control sobre la circulación de encriptación. Después de 2022, las autoridades iraníes intensificaron las restricciones sobre la publicidad de encriptación y la venta de máquinas mineras. En diciembre de 2024, el gobierno iraní ordenó prohibir la promoción de máquinas mineras de encriptación y cursos de capacitación relacionados en Internet, y exigió a las principales plataformas de comercio electrónico que retiraran el contenido publicitario relacionado. Ese mismo mes, la autoridad energética también declaró que se tomarían medidas legales contra la minería ilegal.
Estas medidas también exigen que las minas de criptomonedas cumplan solo funcionen cuando el suministro de electricidad sea suficiente, y no se permite el uso de electricidad fuera de los períodos de alta demanda. Como se puede ver, a medida que se han vuelto más comunes las máquinas de minería, los problemas de consumo eléctrico y seguridad se han vuelto evidentes, y el gobierno ha implementado un control más estricto sobre la industria de la minería. A finales de 2024, la atención regulatoria se centrará en el propio comercio de encriptación. El Banco Central de Irán emitió nuevas regulaciones en diciembre de 2024, intentando bloquear el intercambio de criptomonedas y riales en sitios web dentro del país. En enero de 2025, se lanzó una interfaz de comercio designada por el gobierno (API), exigiendo que todos los intercambios nacionales se conecten al sistema de regulación a través de este canal, facilitando la supervisión de la información de identidad de los usuarios y el flujo de fondos.
En febrero de 2025, el gobierno de Irán incluso anunció la prohibición de publicar anuncios de encriptación en cualquier ocasión y plataforma. Poco después, tras un incidente de hackeo en junio, el Banco Central de Irán reforzó aún más el control sobre las transacciones de encriptación: según informes de empresas de análisis, el gobierno iraní estableció que las plataformas de encriptación nacionales solo pueden operar entre las 10 a.m. y las 8 p.m. (lo que se conoce como "toque de queda de encriptación"), para mejorar la eficiencia de la supervisión y limitar la fuga de capitales. Una variedad de medidas restrictivas ha surgido, lo que refleja en cierta medida la consideración de las autoridades en equilibrar la promoción de la innovación y la preservación de la seguridad financiera.
Exégesis: encriptación de criptomonedas y doctrina islámica
Como una república islámica, Irán también debe considerar las normas de la ley islámica (Sharia) al promover el desarrollo de la encriptación. La doctrina islámica prohíbe todas las formas de usura (Riba) y apuestas (Gharar), y el comercio de encriptación, debido a su alta volatilidad y cierto carácter especulativo, ha sido cuestionado por algunos conservadores.
El líder supremo de Irán, Jamenei, tiene una actitud relativamente abierta hacia esto. En 2021, dejó en claro que la compra y venta, así como la producción de encriptación "deben cumplir con las leyes y regulaciones de la República Islámica de Irán" y no se consideran automáticamente contrarias a la doctrina islámica. En otras palabras, mientras el gobierno lo permita, el comercio de activos digitales que se realice de manera regulada no es "ilegal". Además, Jamenei también ha instado al clero a que ofrezca opiniones sobre nuevos problemas sociales, incluido el encriptación, para mantener la ley religiosa actualizada.
Sin embargo, las opiniones de los diferentes eruditos religiosos no son del todo unánimes. El famoso gran ayatolá chiíta de Irán, Makarem Shirazi, adopta una postura cautelosa. Él considera que las criptomonedas como Bitcoin tienen "muchas incertidumbres", como la falta de respaldo gubernamental y la facilidad de abuso, por lo que sus transacciones no cumplen con los requisitos de la ley islámica. Otros líderes religiosos piden a los creyentes que sigan las interpretaciones más establecidas de la ley religiosa en situaciones legales poco claras.
Aunque las autoridades iraníes no consideran las criptomonedas como una prohibición religiosa clara, en la práctica enfatizan que deben realizarse dentro del marco legal y de regulación del país, evitando comportamientos especulativos excesivos. Esta postura equilibra en cierta medida la contradicción entre la doctrina islámica y las prácticas económicas modernas.
Bajo múltiples factores de incertidumbre económica, los activos digitales continúan atrayendo la atención de un gran número de jóvenes y profesionales de la tecnología en Irán. Los análisis indican que, con el desarrollo de la tecnología de la información, la proliferación de teléfonos inteligentes y la gradual apertura de Irán a las comunicaciones exteriores, la barrera de entrada para que el público participe en el comercio de criptomonedas está disminuyendo.
Uno de los casos más típicos es el de la explosión del juego de ganar puntos "Hamster Kombat" en un software de mensajería instantánea durante el verano de 2024, que provocó la condena de figuras políticas en Irán. En ese momento, el portavoz del Centro Nacional de Ciberespacio de Irán, Hossein Delirian, emitió una advertencia, afirmando que había leído muchas discusiones de usuarios iraníes en varios grupos de supergrupos recientemente, y declaró que el uso de juegos para la encriptación de activos digitales se ha convertido en un caldo de cultivo para el crimen cibernético.
Esta controversia también ha llamado la atención de la comunidad religiosa, el famoso erudito chiíta Ayatollah Nasser Makarem Shirazi describió la encriptación como "la raíz de muchos inconvenientes" y instó a las personas a evitar jugar juegos como Hamster Kombat que involucran Bitcoin.
Participar en el mercado de encriptación también conlleva riesgos. Informes indican que el bajo nivel de conocimiento sobre encriptación en Irán ha creado trampas para los delincuentes: los casos de fraude son cada vez más comunes, y muchos inversores sufren grandes pérdidas por seguir ciegamente la corriente. Las transacciones anónimas en el mercado negro también presentan desafíos para la regulación. Además, la propia volatilidad del mercado y la falta de protección legal madura hacen que algunas familias iraníes mantengan una actitud cautelosa e incluso de espera hacia este tipo de activos.
En general, aunque las criptomonedas están siendo cada vez más aceptadas en Irán, el debate sobre su legalidad, seguridad y ética continúa. Hoy en día, en el contexto de la drástica restricción de internet por parte del gobierno iraní y los cortes de red en varias regiones, para la población en general, el futuro del mercado encriptación puede que ya no importe en comparación con las realidades del conflicto y la supervivencia del país.
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JustAnotherWallet
· 07-15 04:55
La seguridad del activo es lo más importante.
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HashRatePhilosopher
· 07-13 00:47
Hacker, ¡bien hecho! Las sanciones deberían jugarse así.
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MEVSandwichMaker
· 07-12 10:27
Hacker hizo un gran trabajo, un acto de justicia.
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GasGuzzler
· 07-12 10:15
¿Los hackers también hablan de política? Alcista, alcista.
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degenwhisperer
· 07-12 10:14
Siento que va a haber una gran caída en todo.
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NftMetaversePainter
· 07-12 10:11
en realidad, la intersección de la geopolítica y la soberanía basada en hash es bastante fascinante... la guerra algorítmica en su máxima expresión, para ser honesto.
El mercado de criptomonedas de Irán se ha visto afectado en el contexto del conflicto entre Irán y EE. UU., las regulaciones más estrictas y el toque de queda en las transacciones han generado controversia.
El conflicto entre Israel y Palestina afecta al ámbito de la encriptación, y el mercado de activos digitales bajo un régimen teocrático se ve ensombrecido.
La disputa entre Irán e Israel se ha extendido al ámbito de la encriptación.
El 18 de junio de 2025, una de las plataformas de intercambio de encriptación más grandes de Irán sufrió un ciberataque que sorprendió a la industria. Un grupo de hackers que se hace llamar "Cazador de Gorriones" vulneró el sistema de la plataforma, robando casi 90 millones de dólares en activos. El grupo afirma que este intercambio ayuda al gobierno iraní a eludir sanciones internacionales y financiar actividades ilegales, y que los fondos robados se transfirieron a cuentas con información antiiraní.
Los hackers también publicaron advertencias en las redes sociales diciendo: "Estos ataques cibernéticos se deben a que el intercambio se ha convertido en una herramienta importante para que el régimen iraní financie actividades ilegales y viole sanciones. Colaborar con la infraestructura que financia actividades ilegales y viola sanciones del régimen iraní puede poner en riesgo tus activos."
Este escalofriante incidente de ataque hacker no solo expuso el enorme mercado de encriptación de Irán, sino que también hizo que la gente se diera cuenta de que este es el único país en el mundo que hasta ahora ha implementado completamente un régimen teocrático islámico, y que también está profundamente entrelazado con la industria de activo digital.
Motivo: Canales de financiamiento bajo sanciones
El mercado de encriptación de Irán ha estado en desarrollo durante años, y su interés por la encriptación proviene principalmente de las presiones económicas y geopolíticas. Debido a las severas sanciones impuestas a Irán por varios países, los canales financieros convencionales en Irán están limitados, lo que obstaculiza el comercio internacional y la transferencia de fondos. En esta situación, la encriptación se considera un medio alternativo.
El análisis indica que la situación económica del país también es una de las razones importantes que impulsan el desarrollo del mercado de encriptación. Irán ha enfrentado durante mucho tiempo una alta inflación y presiones de depreciación de su moneda, el rial, que continúa debilitándose. La bolsa de valores de Irán es muy volátil, lo que obliga a muchos ahorradores a invertir sus fondos en encriptación para cubrir riesgos. Para el ciudadano iraní promedio, la encriptación se considera una herramienta de preservación de valor y diversificación de activos, especialmente en tiempos de agitación económica.
Según el informe de análisis de una empresa de seguridad en blockchain, el total de criptomonedas que fluyó hacia los principales intercambios de Irán en 2022 se acerca a los 3,000 millones de dólares, siendo la plataforma atacada por hackers la mayor del país, con una participación de mercado de aproximadamente el 87%. Otras plataformas principales incluyen varios intercambios locales. Estos intercambios locales deben operar bajo la autorización de los organismos reguladores y cumplir con regulaciones como la de prevención de lavado de dinero (AML) y la identificación de clientes (KYC).
Además, se ha informado que la mayor parte de las transacciones encriptadas dentro de Irán se conectan con el mercado internacional a través de esta gran plataforma de intercambio o plataformas similares. Según los datos de una institución de investigación de blockchain, entre 2018 y finales de 2022, un conocido intercambio internacional manejó transacciones iraníes por un valor de 8 mil millones de dólares, de los cuales esta gran plataforma manejó transacciones por un valor de 7.8 mil millones de dólares. Además, esta plataforma alentó a los clientes a utilizar tokens específicos para realizar transacciones anónimas en un artículo de blog publicado en 2021, evitando "poner en riesgo la seguridad de los activos debido a las sanciones".
Además de los activos encriptados, el gobierno de Irán también ha estado haciendo esfuerzos en el desarrollo de la tecnología blockchain en los últimos años. Los más representativos son dos proyectos de blockchain respaldados oficialmente: Kuknos y Borna. La red Kuknos fue lanzada en 2019 por una empresa de tecnología conjunta de cuatro grandes bancos de Irán, y su token nativo se utiliza para liquidaciones internas en el sistema bancario. Al mismo tiempo, el Banco Central de Irán colaboró con una empresa de blockchain para desarrollar la plataforma Borna, que se basa en tecnologías como Hyperledger Fabric, para proporcionar un marco de aplicación respaldado por blockchain para las instituciones financieras. Esto indica que las autoridades iraníes también esperan utilizar la tecnología blockchain para mejorar la eficiencia y la transparencia del sistema financiero.
Además, se dice que Irán y Rusia están planeando lanzar una moneda estable respaldada por oro para la liquidación comercial entre ambos países y para evadir sanciones financieras. También hay informes que indican que el banco central de Irán está investigando el lanzamiento de su propia moneda digital del banco central "encriptación rial" y que había planeado conectarla con el sistema de liquidación de países como los Emiratos Árabes Unidos.
Gracias a los abundantes recursos energéticos de Irán, el país reconoció en 2018 la minería de criptomonedas como una industria legal. En 2021, Irán representaba aproximadamente el 4.5% de la potencia de cálculo de Bitcoin a nivel mundial, produciendo cerca de 1,000 millones de dólares en Bitcoin al año, utilizados para el comercio de importación y para aliviar el impacto de las sanciones. Las autoridades iraníes también ven con buenos ojos esta situación y aplican políticas de tarifas eléctricas preferenciales para las minas de criptomonedas.
Sin embargo, debido a la carga sobre la red eléctrica provocada por los altos subsidios energéticos y los requisitos regulatorios que obligan a los mineros a entregar los bitcoins extraídos al banco central, muchas minas han optado por operar en la clandestinidad o evadir regulaciones. Algunas instituciones estiman que para 2024, la participación de Irán en la potencia de cálculo de bitcoin a nivel mundial habrá disminuido a aproximadamente un 3.1%.
Política: De la apertura al endurecimiento, ejecución del toque de queda en las transacciones de encriptación
El gobierno de Irán ha tenido una actitud cambiante hacia la encriptación, mostrando una trayectoria de regulación que va desde una apertura inicial hasta un endurecimiento gradual.
Desde 2018, Irán ha reconocido oficialmente la minería de criptomonedas como una industria legal, con el fin de regular la operación de minas que ya eran prevalentes. El gobierno ha implementado medidas que exigen a los mineros con licencia utilizar equipos eficientes y solo se les permite vender las criptomonedas minadas a un precio determinado al banco central, además de pagar la electricidad según el precio de exportación. Los bajos precios de la electricidad han atraído a mineros extranjeros, incluidos los de China, a invertir en minería en Irán.
En 2020, el "pool de minería de la calle", que brevemente se posicionó entre los cinco primeros en poder de cálculo a nivel mundial, es un representante de los mineros chinos que fueron a Irán a buscar oro. Medios de comunicación entrevistaron en exclusiva a uno de los socios de este pool, quienes, haciendo transporte marítimo a Irán, recuperaron más de diez mil máquinas de minería a precio de chatarra de mineros que nunca habían establecido canales en Irán, y, basándose en sus relaciones locales, establecieron el mayor campo de minería regulado en Irán.
Sin embargo, este modelo de "intercambio de energía por criptomonedas" pronto exacerbó la tensión eléctrica. En mayo de 2021, tras experimentar un raro apagón veraniego, el presidente Hassan Rouhani anunció una prohibición temporal de cuatro meses sobre todas las actividades de minería de criptomonedas, hasta finales de septiembre de ese año, para aliviar la carga de la red eléctrica. Según datos oficiales, los campos mineros legales consumen alrededor de 300 millones de kilovatios hora, mientras que los campos mineros ilegales no autorizados consumen hasta 2 mil millones de kilovatios hora, afectando gravemente el suministro eléctrico para las necesidades de la población. Desde entonces, cada verano, durante los picos de consumo eléctrico, el gobierno ha cerrado temporalmente algunos campos mineros para garantizar el suministro eléctrico a los hogares.
En cuanto a la regulación de transacciones, el Banco Central de Irán prohibió a las personas utilizar criptomonedas extranjeras extraídas para transacciones dentro del país ya en 2020, reforzando el control sobre la circulación de encriptación. Después de 2022, las autoridades iraníes intensificaron las restricciones sobre la publicidad de encriptación y la venta de máquinas mineras. En diciembre de 2024, el gobierno iraní ordenó prohibir la promoción de máquinas mineras de encriptación y cursos de capacitación relacionados en Internet, y exigió a las principales plataformas de comercio electrónico que retiraran el contenido publicitario relacionado. Ese mismo mes, la autoridad energética también declaró que se tomarían medidas legales contra la minería ilegal.
Estas medidas también exigen que las minas de criptomonedas cumplan solo funcionen cuando el suministro de electricidad sea suficiente, y no se permite el uso de electricidad fuera de los períodos de alta demanda. Como se puede ver, a medida que se han vuelto más comunes las máquinas de minería, los problemas de consumo eléctrico y seguridad se han vuelto evidentes, y el gobierno ha implementado un control más estricto sobre la industria de la minería. A finales de 2024, la atención regulatoria se centrará en el propio comercio de encriptación. El Banco Central de Irán emitió nuevas regulaciones en diciembre de 2024, intentando bloquear el intercambio de criptomonedas y riales en sitios web dentro del país. En enero de 2025, se lanzó una interfaz de comercio designada por el gobierno (API), exigiendo que todos los intercambios nacionales se conecten al sistema de regulación a través de este canal, facilitando la supervisión de la información de identidad de los usuarios y el flujo de fondos.
En febrero de 2025, el gobierno de Irán incluso anunció la prohibición de publicar anuncios de encriptación en cualquier ocasión y plataforma. Poco después, tras un incidente de hackeo en junio, el Banco Central de Irán reforzó aún más el control sobre las transacciones de encriptación: según informes de empresas de análisis, el gobierno iraní estableció que las plataformas de encriptación nacionales solo pueden operar entre las 10 a.m. y las 8 p.m. (lo que se conoce como "toque de queda de encriptación"), para mejorar la eficiencia de la supervisión y limitar la fuga de capitales. Una variedad de medidas restrictivas ha surgido, lo que refleja en cierta medida la consideración de las autoridades en equilibrar la promoción de la innovación y la preservación de la seguridad financiera.
Exégesis: encriptación de criptomonedas y doctrina islámica
Como una república islámica, Irán también debe considerar las normas de la ley islámica (Sharia) al promover el desarrollo de la encriptación. La doctrina islámica prohíbe todas las formas de usura (Riba) y apuestas (Gharar), y el comercio de encriptación, debido a su alta volatilidad y cierto carácter especulativo, ha sido cuestionado por algunos conservadores.
El líder supremo de Irán, Jamenei, tiene una actitud relativamente abierta hacia esto. En 2021, dejó en claro que la compra y venta, así como la producción de encriptación "deben cumplir con las leyes y regulaciones de la República Islámica de Irán" y no se consideran automáticamente contrarias a la doctrina islámica. En otras palabras, mientras el gobierno lo permita, el comercio de activos digitales que se realice de manera regulada no es "ilegal". Además, Jamenei también ha instado al clero a que ofrezca opiniones sobre nuevos problemas sociales, incluido el encriptación, para mantener la ley religiosa actualizada.
Sin embargo, las opiniones de los diferentes eruditos religiosos no son del todo unánimes. El famoso gran ayatolá chiíta de Irán, Makarem Shirazi, adopta una postura cautelosa. Él considera que las criptomonedas como Bitcoin tienen "muchas incertidumbres", como la falta de respaldo gubernamental y la facilidad de abuso, por lo que sus transacciones no cumplen con los requisitos de la ley islámica. Otros líderes religiosos piden a los creyentes que sigan las interpretaciones más establecidas de la ley religiosa en situaciones legales poco claras.
Aunque las autoridades iraníes no consideran las criptomonedas como una prohibición religiosa clara, en la práctica enfatizan que deben realizarse dentro del marco legal y de regulación del país, evitando comportamientos especulativos excesivos. Esta postura equilibra en cierta medida la contradicción entre la doctrina islámica y las prácticas económicas modernas.
Bajo múltiples factores de incertidumbre económica, los activos digitales continúan atrayendo la atención de un gran número de jóvenes y profesionales de la tecnología en Irán. Los análisis indican que, con el desarrollo de la tecnología de la información, la proliferación de teléfonos inteligentes y la gradual apertura de Irán a las comunicaciones exteriores, la barrera de entrada para que el público participe en el comercio de criptomonedas está disminuyendo.
Uno de los casos más típicos es el de la explosión del juego de ganar puntos "Hamster Kombat" en un software de mensajería instantánea durante el verano de 2024, que provocó la condena de figuras políticas en Irán. En ese momento, el portavoz del Centro Nacional de Ciberespacio de Irán, Hossein Delirian, emitió una advertencia, afirmando que había leído muchas discusiones de usuarios iraníes en varios grupos de supergrupos recientemente, y declaró que el uso de juegos para la encriptación de activos digitales se ha convertido en un caldo de cultivo para el crimen cibernético.
Esta controversia también ha llamado la atención de la comunidad religiosa, el famoso erudito chiíta Ayatollah Nasser Makarem Shirazi describió la encriptación como "la raíz de muchos inconvenientes" y instó a las personas a evitar jugar juegos como Hamster Kombat que involucran Bitcoin.
Participar en el mercado de encriptación también conlleva riesgos. Informes indican que el bajo nivel de conocimiento sobre encriptación en Irán ha creado trampas para los delincuentes: los casos de fraude son cada vez más comunes, y muchos inversores sufren grandes pérdidas por seguir ciegamente la corriente. Las transacciones anónimas en el mercado negro también presentan desafíos para la regulación. Además, la propia volatilidad del mercado y la falta de protección legal madura hacen que algunas familias iraníes mantengan una actitud cautelosa e incluso de espera hacia este tipo de activos.
En general, aunque las criptomonedas están siendo cada vez más aceptadas en Irán, el debate sobre su legalidad, seguridad y ética continúa. Hoy en día, en el contexto de la drástica restricción de internet por parte del gobierno iraní y los cortes de red en varias regiones, para la población en general, el futuro del mercado encriptación puede que ya no importe en comparación con las realidades del conflicto y la supervivencia del país.
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